Antecedentes históricos
Etimológicamente
la palabra TAMPU, es de origen quechua y significa hospedería. Esto
sugiere que el sector, debido a su ubicación estratégica, fue
ampliamente ocupado por los incas. Es más, en este lugar existió un
tambo, de donde procede el nombre que hasta hoy lleva nuestro cantón, Ya
dijimos que la hospedería en referencia, estuvo construida en el sector
sur de la actual ciudad, sin embargo, por efectos del tiempo no han
quedado huellas subsistentes que nos permitan describirlas. Por esta
razón recurrimos al testimonio de los cronistas quienes nos proporcionan
interesantes detalles sobre estos sitios de hospedaje. " ... mandó
Guaynacaba que en el camino de la sierra, de jornada en jornada se
hicieran unos palacios de muy grandes anchuras y aposentos ... Estos
aposentos se llamaban tambos ... " (Zarate, 1947: 471) y para que
hubiera recaudado bastante para su gente, había en el término de cuatro a
cuatro leguas (unos 22 km.) aposentos y depósitos con grandes
abundancia de todas las cosas que en estas partes se podía ... " (Cieza
de León 1962: 430).
"
.. En todo el camino real (Hay) tamberías o aposentos de los señores
naturales indios de aquel reino... de cuatro a cuatro leguas y de cinco a
cinco (unos 28 km.) en que se aposentaban cuando caminaban ... "
(Salinas de Loyola 1965: 296).
“En
estos caminos reales había tambos y depósitos bien provistos en cada
jornada de cuatro y seis leguas (entre 22 y 32 km. aproximadamente),
aunque fuese despoblado y desierto" (Coba, 1964: 129). Las diferencias
en cuanto a la longitud de las jornadas o etapas se deberían
probablemente a la topografía diversa de las zonas cruzadas por el
camino. Guamán Poma recoge un listado de tambos. Pero esta lista no está
exenta de problemas, incluye nombres, aparentemente deformados, otros
nombres no tienen relación alguna con los tambos conocidos por otras
fuentes y deja de lado a algunos tambos. En todo caso hay que recordar
que la obra de Guamán Poma fue escrita en 1653 (Fresco, 983: 112).
En
los tambos que se conocen en el sur del Ecuador y que se conservan
visibles por lo menos las cimentaciones de esos edificios, se puede
apreciar la existencia, en todos ellos, de grupos de almacenes formados
por una o varias hileras de estructuras rectangulares adosadas
lateralmente; cuando las hileras son varias se hallan separadas por
estrechos pasillos a los que dan las puertas de los almacenes. Estas
características son apreciables en Paredones de Culebrillas ubicado en
las alturas del Nudo del Azuay, al norte de nuestro cantón. También, es
general, la presencia de una gran estructura rectangular con varias
puertas en una sola de las paredes mayores.
Los
tambos parece que tenían el oficio de alojamiento colectivo de viajeros
(soldados, mitimaes en ruta a su nueva tierra, etc.). El tamaño de
estas estructuras es variable y, depende al parecer, de la categoría del
tambo o de las funciones adicionales que cumplía dentro de la
administración incásica, así un tambo pequeño como Dumapara (Nabón)
tiene unas dimensiones de 37 m. de largo por 12 m. de ancho, mientras
hubo un tambo muy complejo como el de Paredones de Culebrillas que mide
57 m. de largo por 8 m. de ancho.
De
lo que dicen los cronistas podemos indicar que en los tambos existía un
número variable de almacenes de vituallas, ropas y armas, así como al
menos una gran construcción rectangular de una sola pieza" larga de
cinta hasta trescientos pies (de 28 hasta 84 metros aproximadamente) y,
ancha de treinta a los menos y a los más cincuenta... sin división de
aposentos" (Coba, 1964: 130).
Con
toda seguridad que las características reseñadas, por ser comunes a
todos los tambos, fueron aplicables también al Tambo de nuestro estudio.
La función de alojamiento fue permanente desde aquellos remotos tiempos
incas, pasando por la época colonial y republicana en que los viajeros
pernoctaban en El Tambo, hasta tiempos relativamente recientes en los
cuales con la llegada del ferrocarril floreció una importante industria
hotelera a la cual nos referiremos en su oportunidad.